Los demonios, cuando se le considera como espíritus, pueden pertenecer a cualquiera de las clases de espíritus reconocidos por el animismo primitivo animismo, es decir, pueden ser humanos o no humanos, almas o espíritus separables desencarnados que nunca han vivido en un cuerpo. A este respecto podríamos distinguir varios tipos de demonios:
-
Ángeles caídos en desgracia según la tradición judeocristiana.
-
Almas humanas consideradas como genios o familiares.
-
Aquellos que reciben un culto o adoración-respeto (culto a los antepasados).
-
Fantasmas y otros aparecidos de carácter maligno.
Los íncubos y súcubos de la Edad Media son a veces considerados como seres espirituales demoníacos que además pueden dar prueba de su existencia corporal, como sería la supuesta descendencia (aunque a menudo deformada) entre estas entidades y el ser humano.